La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) incluye el Bisfenol A (BPA), compuesto químico utilizado en la fabricación de plásticos para envases, en su lista de “sustancias altamente preocupantes” para la salud. Entre sus efectos para la población, la agencia europea alerta de posibles alteraciones en las glándulas mamarias, las funciones cognitivas y en el metabolismo.
Como alternativa, se recomienda el uso de PET, un material que no contiene Bisfenol A. Hasta el momento, este compuesto ya se encontraba en el punto de mira por diversos estudios que indicaban efectos nocivos en el sistema reproductivo. Ahora, la voz de alarma se ha dado por unanimidad en el último comité de los estados miembros del ECHA, celebrado en Helsinki, a través de una propuesta de Francia.
No es la primera vez que se desaconseja el uso del Bisfenol A (BPA). Canadá, EEUU y numerosas empresas del mundo ya lo han dejado de utilizar en productos de gran consumo. El Bisfenol A aparece en la producción de plásticos de policarbonato y se lo utiliza en los revestimientos de algunos tipos de latas de alimentos y bebidas, incluso se ha llegado a utilizar en productos para niños, desde que empezó su comercialización en 1957.
La decisión de la ECHA entrará en vigor a finales de junio del 2017 y obligará a numerosos fabricantes a eliminar el Bisfenol A de sus envases y procesos productivos. El PET, un material ampliamente utilizado en envases alimenticios, se presenta como la mejor alternativa y está avalado por la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasadas (ANEABE).
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Enlance de interés: ECHA